REPASO
Al terminar de escribir, es bueno y conveniente que se dé un descanso, tanto al texto como a la mente. El tiempo es algo indefinido, pero lo ideal sería dejar de un día o más. El objetivo de este primer paso es que el redactor, al desprenderse del texto, logre visualizar las fallas dentro de la misma.
ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURACIÓN
Lo importante en esta etapa es visualizar que el contenido o planteamiento quede bien plasmada. El redactor debe leerlo nuevamente y determinar si funciona para el lector.
EDICIÓN
En esta etapa empezamos a ver cómo corregir nuestra redacción. A continuación algunas de las cosas que podríamos editar:
Redacción incoherente: escribir como hablamos, sin coherencia.
Evitar perturbaciones: no colocar adverbios entre sujeto y predicado.
Eliminar palabras superfluas: no colocar elementos innecesarios.
Expresiones burocráticas: no utilizar formas retorcidas y cambiarlo por un lenguaje sintético.
Evitar repetición de palabras: no mencionar una palabra varias veces en la oración o párrafo, esto demuestra pobreza de lenguaje.
Anglicismos, latinismos, galicismos: sustituir vocablos de otros idiomas por términos en español.
Pleonasmos: no redundar.
Anfibología: una o más palabras adquieren varias interpretaciones.
Cacofonía: no producir rimas.
Dequeísmo: utilizar impropiamente la preposición "de" y la conjunción "que".
Queísmo: restar la utilización del "que".
Muletillas: no apoyarse de palabras cuando se cree que no hay forma alguna de unir oraciones o párrafos.
Cosismo: no restar mérito a la redacción con utilizar la palabra "cosa".
Temismo: no recurrir a la palabra "tema".